La "Gran Obra" es ante todo, la creación del hombre por sí mismo, a base de trabajos conscientes y padecimientos voluntarios.
La "Gran Obra" es la
conquista interior de sí mismos, de nuestra verdadera libertad en Dios.
Necesitamos con urgencia máxima,
inaplazable, desintegrar todos esos "Yoes" que viven en nuestro
interior si es que en realidad queremos la emancipación perfecta de la Voluntad.
Nicolás Flamel y Raimundo Lulio,
pobres ambos, liberaron su voluntad y realizaron innumerables prodigios
psicológicos que asombran.
Agripa no llegó nunca mas que a la
primera parte de la "Gran Obra" y murió penosamente, luchando en la
desintegración de sus "Yoes" con el propósito de poseerse a sí mismo
y fijar su independencia.
La emancipación perfecta de la
voluntad asegura al sabio el imperio absoluto sobre el Fuego, el Aire, el Agua
y la Tierra.
A muchos estudiantes de Psicología
contemporánea les parecerá exagerado lo que renglones arriba afirmamos en
relación con el poder soberano de la voluntad emancipada; Sin embargo la Biblia nos habla maravillas
sobre Moisés.
Según Filón, Moisés era un Iniciado
en la tierra de los Faraones a orillas del Nilo, Sacerdote de Osiris, primo del
Faraón, educado entre las columnas de ISIS, la Madre Divina , y de
OSIRIS nuestro Padre que está en secreto.
Moisés era descendiente del
Patriarca Abraham, el gran Mago Caldeo, y del muy respetable Isaac.
Moisés el hombre que liberó el
poder eléctrico de la voluntad, posee el don de los prodigios; esto lo saben
los Divinos y los humanos. Así está escrito.
Todo lo que las Sagradas Escrituras
dicen sobre ese caudillo hebreo, es ciertamente extraordinario, portentoso.
Moisés transforma su bastón en
serpiente, transforma una de sus manos en mano de leproso, luego le devuelve la
vida.
La prueba aquella del zarzal
ardiente ha puesto en claro su poder, la gente comprende, se arrodilla y se
prosterna.
Moisés utiliza una Vara Mágica,
emblema del poder real, del poder sacerdotal del Iniciado en los Grandes
Misterios de la Vida
y de la Muerte.
Ante el Faraón, Moisés cambia en sangre
el agua del Nilo, los peces mueren, el río sagrado queda infectado, los
egipcios no pueden beber de él, y las irrigaciones del Nilo derraman sangre por
los campos.
Moisés hace más; logra que
aparezcan millonadas de ranas desproporcionadas, gigantescas, monstruosas, que
salen del río e invaden las casas. Luego, bajo su gesto, indicador de una
voluntad libre y soberana, aquellas ranas horribles desaparecen.
Más como el Faraón no deja libre a
los israelitas. Moisés obra nuevos prodigios: cubre la tierra de suciedad,
suscita nubes de moscas asqueantes e inmundas, que después se da el lujo de
apartar.
Desencadena la espantosa peste, y
todos los rebaños excepto los de los judíos mueren.
Cogiendo hollín del homo —dicen las
Sagradas Escrituras— lo tira al aire y, cayendo sobre los Egipcios, les causa
pústulas y úlceras.
Extendiendo su famoso bastón
Mágico, Moisés hace llover un granizo del cielo que en forma inclemente
destruye y mata. A continuación hace estallar el rayo flamígero, retumba el
trueno aterrador y llueve espantosamente, luego con un gesto devuelve la calma.
Sin embargo el Faraón continúa
inflexible. Moisés, con un golpe tremendo de su vara mágica, hace surgir como
por encanto nubes de langostas, luego vienen tinieblas. Otro golpe con la vara
y todo retorna al orden original.
Muy conocido es el final de todo
aquel Drama Bíblico del Antiguo Testamento: Interviene Jehová, hace morir a
todos los primogénitos de los egipcios y al Faraón no le queda más remedio que
dejar marchar a los hebreos.
Posteriormente Moisés se sirve de
su vara mágica para hender las aguas del Mar Rojo y atravesarlas a pie seco.
Cuando los guerreros egipcios se
precipitan por allí persiguiendo a los israelitas, Moisés con un gesto, hace
que las aguas se vuelvan a cerrar tragándose éstas a los perseguidores.
Incuestionablemente muchos
Seudo-Ocultistas al leer todo esto, quisieran hacer lo mismo, tener los mismos
poderes de Moisés, sin embargo esto resulta algo más que imposible en tanto la Voluntad continúe
embotellada entre todos y cada uno de esos "Yoes" que en los
distintos trasfondos de nuestra psiquis cargamos.
Cuando la Voluntad se libera,
entonces se mezcla o fusiona integrándose así con la Voluntad Universal ,
haciéndose por esto soberana.
Existen tres clases de actos: A)
Aquellos que corresponden a la Ley
de los accidentes. B) Esos que pertenecen a la Ley de Recurrencia, hechos siempre repetidos en
cada existencia. C) Acciones determinadas intencionalmente por la Voluntad-Consciente .
Incuestionablemente sólo gentes que
hayan liberado su Voluntad mediante la muerte del "Mí Mismo", podrán
realizar actos nuevos nacidos de su libre albedrío.
Los actos comunes y corrientes de
la humanidad, son siempre el resultado de la Ley de Recurrencia o el mero producto de
accidentes mecánicos.
Quien posee Voluntad libre de
verdad, puede originar nuevas circunstancias; quien tiene su Voluntad
embotellada entre el "Yo Pluralizado", es victima de las
circunstancias.
En todas las páginas bíblicas
existe un despliegue maravilloso de Alta Magia, Videncia, Profecía, Prodigios,
Transfiguraciones, Resurrección de muertos, ya por insuflación o por imposición
de manos o por la mirada fija sobre el nacimiento de la nariz, etc., etc., etc.
Abunda en la Biblia el masaje, el aceite
sagrado, los pases magnéticos, la aplicación de un poco de saliva sobre la
parte enferma, la lectura del pensamiento ajeno, los transportes, las
apariciones, las palabras venidas del cielo, etc., etc., etc., verdaderas
maravillas de la
Voluntad Conciente liberada, emancipada, soberana.
¿Brujos?, ¿Hechiceros?, ¿Magos
Negros?, Abundan como la mala hierba; empero esos no son Santos, ni Profetas,
ni Adeptos de la Blanca
Hermandad.
Nadie podría llegar a la
"Iluminación Real", ni ejercer el Sacerdocio Absoluto de la Voluntad-Conciente ,
si previamente no hubiera muerto radicalmente en sí mismo, aquí y ahora.
Muchas gentes nos escriben
frecuentemente quejándose de no poseer Iluminación, pidiendo poderes,
exigiéndonos claves que les conviertan en Magos, etc., etc., etc., empero nunca
se interesan por auto-observarse, por auto-conocerse, por desintegrar esos
agregados psíquicos, esos "Yoes" dentro de los cuales se encuentra
enfrascada la Voluntad ,
la Esencia.
Personas así, obviamente están
condenadas al fracaso. Son gentes que codician las facultades de los Santos,
pero que de ninguna manera están dispuestas a morir en sí mismas.
Eliminar errores es algo mágico,
maravilloso de por sí, que implica rigurosa auto-observación psicológica.
Ejercer poderes es posible cuando
se libera radicalmente el poder maravilloso de la Voluntad.
Desgraciadamente como las gentes
tienen la voluntad enfrascada entre cada "Yo", obviamente aquella se
encuentra dividida en múltiples voluntades que se procesan cada una en virtud
de su propio condicionamiento.
Resulta claro comprender que cada
"Yo" posee por tal causa su voluntad inconsciente, particular.
Las innumerables voluntades
enfrascadas entre los "Yoes", chocan entre sí frecuentemente,
haciéndonos por tal motivo impotentes, débiles, miserables, victimas de las
circunstancias, incapaces.
Samael Aun Weor
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