Como quiera que superior e inferior son dos secciones de una misma cosa, no está de más sentar el siguiente corolario: "YO SUPERIOR, YO INFERIOR" son dos aspectos del mismo EGO tenebroso y pluralizado.
El denominado "YO DIVINO"
o "YO SUPERIOR", "ALTER EGO" o algo por el estilo, es
ciertamente una triquiñuela del "MÍ MISMO", una forma de AUTO-ENGAÑO.
Cuando el YO quiere continuar aquí
y en el mas allá, se Auto-Engaña con el falso concepto de un YO Divino
Inmortal...
Ninguno de nosotros tiene un
"Yo" verdadero, permanente, inmutable, eterno, inefable, etc., etc.,
etc.
Ninguno de nosotros tiene en verdad
una verdadera y auténtica Unidad de Ser; desafortunadamente ni siquiera
poseemos una legítima individualidad.
El Ego aunque continúa más allá del
sepulcro, tiene sin embargo un principio y un fin.
El Ego, el YO, nunca es algo
individual, unitario, unitotal. Obviamente el YO es "YOES".
En el Tibet Oriental a los
"YOES" se les denominan "AGREGADOS PSÍQUICOS" o simplemente
"Valores" sean estos últimos positivos o negativos.
Si pensamos en cada "Yo"
como una persona diferente, podemos aseverar en forma enfática lo siguiente:
"Dentro de cada persona que vive en el mundo, existen muchas
personas".
Incuestionablemente dentro de cada
uno de nosotros viven muchísimas personas diferentes, algunas mejores, otras
peores...
Cada uno de estos Yoes, cada una de
estas personas lucha por la supremacía, quiere ser exclusiva, controla el
cerebro intelectual o los centros emocional y motor cada vez que puede,
mientras otro lo desplaza...
Cada uno de nuestros defectos
psicológicos está personificado en tal o cual Yo. Como quiera que tenemos
millares y hasta millones de defectos, ostensiblemente vive mucha gente en
nuestro interior.
En cuestiones psicológicas hemos
podido evidenciar claramente que los sujetos paranoicos, ególatras y mitómanos
por nada de la vida abandonarían el culto al querido Ego.
Incuestionablemente tales gentes
odian mortalmente la doctrina de los muchos "Yoes".
Cuando uno de verdad quiere
conocerse a sí mismo, debe auto-observarse y tratar de conocer los diferentes
"Yoes" que están metidos dentro de la personalidad.
Si alguno de nuestros lectores no
comprende todavía esta doctrina de los muchos "Yoes", se debe
exclusivamente a la falta de práctica en materia de Auto-Observación.
A medida que uno practica la Auto-Observación Interior ,
va descubriendo por si mismo a muchas gentes, a muchos "Yoes", que
viven dentro de nuestra propia personalidad.
Quienes niegan la doctrina de los
muchos Yoes, quienes adoran a un YO Divino, indubitablemente jamás se han
Auto-Observado seriamente. Hablando esta vez en estilo Socrático diremos que
esas gentes no sólo ignoran sino además ignoran que ignoran.
Ciertamente jamás podríamos
conocernos a sí mismos, sin la auto-observación seria y profunda.
En tanto un sujeto cualquiera siga
considerándose cono Uno, es claro que cualquier cambio interior será algo mas
que imposible.
Samael Aun Weor
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